sábado, 31 de enero de 2009

ME DOLIO PERO ME GUSTO


Estoy feliz poseo todo lo que en la vida se puede desear tengo una familia encantadora, esposo, hijos y un trabajo que me permite crear y expresar mi esencia humana. Adoro a mi esposo, es mi hombre, mi macho, mi inspiración y mi guía. Desde que nos casamos hace siete años hemos estado en una luna de miel permanente, nos hemos esforzado para que esta relación funcione y a los dos nos ha quedado claro que el sexo es la pieza fundamental en nuestra vida matrimonial.
Las mujeres a diferencia de los hombres no estamos pensando en asuntos sexuales todo el día. Los hombres invierten entre el 95 y 98% de su tiempo en pensamientos que tienen que ver con el sexo. Las mujeres en cambio solo entre 20 y 30 % de nuestros pensamientos los dedicamos al sexo. Con esta diferencia de energía sexual que tenemos hombres y mujeres hace que la mayoría de las veces no estemos de acuerdo para llevar a cabo el acto sexual. Que es lo que mi hombre hace para que yo casi siempre esté disponible y caliente. La clave es la seducción. Nos seducimos mutuamente usando miles de formas. La más usada es que a media mañana me habla a mi trabajo y me pregunta ¿Como es el calzón que te pusiste? El negro de encaje respondo sintiendo un cosquilleo en los genitales. Quisiera ser tus calzones para olerte y saborearte todo el día. Hoy en la noche te voy a comer mi reina. O solo me habla para decirme que me quiere y me extraña, me envía flores con mensajeros extraños, payasos, strippers, mariachis.

Recuerdo una genial, mi secretaria me avisó que tenía una llamada del señor X tomé el teléfono y una voz desconocida me dijo, se por buena fuente que nunca ha dado “el chiquito” le ofrezco una buena cantidad de dinero para que me permita inaugurarlo. Me negué, siguió ofertando hasta que la cantidad que me dio me pareció aceptable. Quedamos de vernos en un motel, por la noche. Llegamos puntuales. El juego consistía que en que éramos dos desconocidos con un arreglo previo de tener sexo anal.
Cuando llegué a la habitación el hombre estaba vestido con pantalones, botas y chaleco de piel negros y brazaletes con estoperoles en las muñecas. Desvístete me ordenó y hazlo despacio. Deslice mi vestido hasta el suelo, sin prisa y moviendo las caderas el brasier y la tanga quedaron botadas por algún lugar del cuarto. Solo me quedé con mis zapatillas de tacón aguja. Voltéate y agáchate quiero ver que es lo que voy a tener me ordenó. Puse a su disposición visual todo mi trasero. Se me acercó por atrás y con palabras entre soeces y divertidas me decía estas bien buena mamacita, te voy hacer lo que antes nadie te ha hecho, te va a encantar la inauguración. Me empujó sobre la cama yo quedé boca abajo, y con una mano tocaba mi clítoris y besaba mi espalda, en esa posición tuve varios orgasmos hasta que me dijo es la hora. Alzo mi cadera con las dos manos y me penetró. Grité de dolor. El dolor duró unos segundos después se deslizaba como si fuera mantequilla. Me dolió pero me gustó..........

Fuente : http://www.laquintacolumna.com.mx/

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