viernes, 27 de febrero de 2009

UNA LOCURA...


Fue el sábado por la tarde estaba yo peleada con mi esposo, pero bueno para que sepan como soy mido 1.75 de estatura, mis medidas son 90-58-88, me encanta ser sexy y admirada. Pensé que no era justo que se fuera ese fin de semana de viaje mi marido a trabajar pero en fin, decidí entonces hacer algo muy diferente de lo habitual; me arme de valor me puse una minifalda que apena cubría mis redondas nalgas, me puse unas medias tipo liguero con abertura en los muslos en las nalgas , pa seguir complementándolo me puse unas zapatillas de tacón alto para hacer más interesante la vista y no me puse bra, tome una blusa delgadita transparente que resaltaba la redondez de mis senos, saque del closet que me quedaba un poquito más debajo de la micro falda, que tan solo me quedaba 4 dedos debajo de la s nalgas como lo había mencionado, ya arreglada y perfumada me fui a la estación del metro pino Suárez como alas 17:15 de la noche camine al la zona de los hombres de los vagones, el tumulto de gente era impresionante pero las miradas a mis piernas y a mi en general no cesaba la puertas se cerraron y todos quedamos apretujados y con un mínimo de espacio para movernos, el saco y la micro falda se habían levantado ya un poco en mi espalda, busque un grupito de hombres que se mirara audaz y de aspecto poco confiable pues estaba decidida a que me acariciaran sin que yo protestara como una autentica putita.


Arranco el convoy y a los poco segundos sentí una mano áspera que me tocaba una nalga, me deje acariciar sin chistar, solo apreté y afloje en repetidas ocasiones para dar a entender que no me disgustaba que me manoseara. Sintiéndose más seguro siguió tocándome y yo respondí restregando mi culo contra la mano, en ese momento deslizó uno de sus dedos por debajo de la micro falda, deje que jugara con mi culito y la orilla de mi vulva, después de unos segundos su la punta de su dedo penetro mi ano suavemente e hice un esfuerzo para abrir mis nalgas y permitir que entrara más al fondo. Poco a poco llevando el bamboleo del convoy penetro lentamente con su dedo en forma de gancho me jalo el culo hacia el obligándome a parar de puntitas.
Aquella tarde llovió en la ciudad y el tren se detuvo entre una estación y otra, como consecuencia del tiempo así aproveche para darme la vuelta y quedar cara a cara y pelvis con aquel sujeto que me cachondeaba en forma tan deliciosa. Al darme la vuelta entre la multitud, mi micro faldita se subió un poco más. Cuando termine de girar sentí otra mano que me acariciaba las nalgas con frenesí y desesperación como si estuviera muriéndose de ganas.
Mientras aquel par de tipos me manoseaban se escucho la voz del operador diciendo que detendría su marcha y que se reiniciaría en breve, el hombre que estaba de frente a mi estaba guapo pude sentir su enorme bulto haciendo presión en mi vientre sin decir palabra y mojándome los labios me pegue a el moviendo mi pelvis y mis nalgas de manera insinuante mientras me miraba fijamente con la mano abierta en mi panochita, en ese momento sentí otras manos que me tocaban sutilmente. ¡ me encantaba saberme deseada y manoseada por desconocidos! , el que me acariciaba la panocha metía y sacaba el dedo índice en mi panochita mientras que el anular frotaba mi clítoris de la empapada vagina.

Sentí un hilito de miel que resbalaba en mis muslos al notarlo mi amante ocasional decidió rebasar la última frontera, bajo la cremallera de sus jeans para sacar su dura verga con la cabeza palpitante y babosita con su propio lubricante, en ese momento decisivo, levante mi mini y puse la verga caliente y dura entre mis muslos y en contacto con mi sexo, al darme cuenta abrí un poco mis piernas, lo que permitió aprisionar ese manjar, gracias a esto su verga entro hasta mis labios interiores, sintiendo el calor que despedía mi conchita y la humedad que de inmediato mojo el palo, no alcanzo a penetrarme pero yo lo deseaba intensamente.
El tipo que estaba e mis espaldas aprovecho para abrir mis nalgas y así meterme el dedo en el ano si avisar de un solo golpe pero como yo estaba mojada por sus caricias anteriores lo recibí bien sin protestar, el tren seguía parado y el calor de los cuerpos era bochornoso de ese modo sudábamos, mientras otro hombre nos miraba inquietándome eso, se me hiso conocido poro por lo que gozaba se me olvidaba momentáneamente, mi blusa era casi transparente por el sudo y se notaban mis pezones y mis senos redondos carnosos y erectos.

El tipo que estaba a mis espaldas calientísimo al ver que me dejaba acariciar decidió sacarse su verga y metérmela por el ano, primero restregó su cabeza babosita por el culo y segundos después me la metió de un sopetón di un brinco al sentir la presión y el dolor me levanto en las puntas sentí mucho dolor la adivinaba grande y gruesa justo en ese momento la verga de mi segundo amante se me clavo en la vagina penetro en mis entrañas, me sentí empalada por esas dos vergas dentro de mi intimidad di un leve grito tratándolo de ahogar y son se diera cuenta la gente, me empezaron a bombear cada quien con su ritmo o que ocasiono que la pared vaginal y mi ano se sintieran muy frotadas me dorio pero también me gustó me empecé a mover con pequeños círculos cadenciosos mientras me la sacaban y metían nuevamente finalmente el tren arranco y se oían como chocaban sus huevos con mi vagina tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no gritar estaba apunto de tener un orgasmo increíble pero el tren se paro abruptamente y en ese momento uno de ellos se vino dentro de mi mucha leche calientita, espesa, hirviendo mi vagina estaba convulsionada mis nalgas apretaban y se soltaban para dejarlos secos toda su leche cremosa quedaba dentro de mis entrañas y nuevamente tuve otro orgasmo.
Mis piernas temblaban estaban por doblasrse pero con sus vergas adentro de mi lo impidieron sin fuerzas para sostenerme en pie yo di gracias que terminaron ya que sentía mucho ardor en mi culo me imaginava el tamaño de la verga que me metieron.

Por fin se abrió la puerta y la gente comenzó a bajar la lecha que traía no la dejaba salir yo también baje sin fijarme en la gente ni los que me cogieron que me penetraron y usado como puta, era la estación general Anaya realmente pensé que estaría en taxqueña afortunadamente era la estación que tenia que bajar, Salir caminando con dificultad, el hombre que me vio en el bajón del metro me agarro para no caerme y le di las gracias me agarro del brazo con una mano y la otra alrededor de mi cintura me dio pena pero preferí su ayuda a una posible caída me dijo te vez muy palida te invito un café ya en el café me dijo como estas no me reconoces , le conteste que no, me dijo que era amigo de mi marido y de su trabajo, en ese momento supe que estaba en sus manos no quería perder mi matrimonio, pero si quería que el guardara el silencio tenia que acceder a todo lo que el me dijera, y pidiera, absolutamente todo…………….pero eso les cuento otro momento..........

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